Cambiar hábitos puede ser un desafío, pero descomponer la tarea en pequeños pasos puede facilitar significativamente el proceso. La dificultad inicial para adoptar un nuevo hábito puede provenir de la percepción de la tarea como abrumadora.
Al dividir el hábito deseado en pasos más pequeños y manejables, creamos un camino gradual hacia la la meta final.
Este enfoque se ilustra con ejemplos prácticos, en la siguiente plantilla.
Puedes tenerla en cuenta para usar con tus pacientes cuando estén trabajando en implementar nuevos hábitos y conductas.
¡La quiero!